La espiritualidad marista consiste en descubrir a Cristo en el otro en los acontecimientos y en la creación y se hace perceptible en la relación con los demás.
Donde tú vayas, Regla de Vida:
Hermano, dedica un tiempo a escuchar la voz del Espíritu que te invita a vivir la comunidad, la oración y el apostolado de manera armónica, unificada y coherente.